Lic. Carina Torrez
De acuerdo a diversos estudios y experiencia clínica, dos especialistas en el tema como son Aberastury y Knobel han descrito una serie de características por las cuales reconocer lo que ellos llaman: "Síndrome de la adolescencia normal". Tales características son las siguientes:
- Búsqueda de sí mismo y de la identidad
- Tendencia grupal
- Necesidad de intelectualizar y fantasear
- Crisis religiosas, que pueden ir desde el ateísmo más intransigente hasta el misticismo más fervoroso
- Desubicación temporal
- Evolución sexual manifiesta, que ve desde el autoerotismo (masturbación) hasta la sexualidad genital adulta
- Actitud social reivindicatoria con tendencias anti o asociales de diversa intensidad
- Contradicciones sucesivas en todas las manifestaciones de la conducta
- Separación progresiva de los padres
- Constantes fluctuaciones del humor y del estado de ánimo
Lo que caracteriza esta etapa en un proceso de desprendimiento. También podemos encontrar la contradicción que lleva al adolescente a moverse entre el impulso al desprendimiento y la defensa que impone el temor a la pérdida de lo conocido.
Es una etapa de ambivalencia emocional, dolor, confusión, y muchas veces constantes fricciones con el medio familiar y el entorno en que habita.
El adolescente atraviesa un TRIPLE DUELO:
1) Duelo del cuerpo infantil
2) Duelo por la identidad infantil
3) Duelo por los padres de la infancia.
2) Duelo por la identidad infantil
3) Duelo por los padres de la infancia.
CUERPO
Aparecen caracteres sexuales primarios (aumento del tamaño de los genitales) y secundarios (vello facial, axilar, pubiano, y en las mujeres aumento del pecho)
Los varones a diferencia de las mujeres, cambian la voz como indicio de la pérdida de su bi-sexualidad.
El inicio de la maduración sexual se da, en la niña, por la primera menstruación y en el niño
por la polución nocturna.
El pre-adolescente para sentirse conforme con el cuerpo, debe renunciar al cuerpo de niño.
Esto implica el proceso de duelo citado anteriormente. No se debe olvidar que en la
adolescencia también se abandona la fantasía de la bi-sexualidad, a partir de la cual se hace más frecuente la actividad masturbatoria.
Masturbación: Luego de una etapa de latencia, la inminente madurez genital lleva al
adolescente a retomar esta actividad sexual, y con ella realiza un aprendizaje y asunción de su nueva identidad genital.
Las dos funciones más importante de esta práctica son:
1) ayudar al adolescente a aceptar su sexo
2) lo ayuda a luchar contra la primitiva tendencia al incesto.
1) ayudar al adolescente a aceptar su sexo
2) lo ayuda a luchar contra la primitiva tendencia al incesto.
Coordinación Psicomotriz: Si bien en la adolescencia se da la plenitud del desarrollo motor, se suele observar cierta torpeza en los adolescentes. Si bien nos puede parecer
contradictorio, la razón de esta torpeza es el proceso de adaptación a un cuerpo "nuevo" en tamaño, fuerza y sensibilidad.
Renuncia al incesto: Con la madurez genital, el ser humano adquiere la capacidad de efectuar la unión incestuosa y de satisfacer la antigua fantasía de tener un hijo con el progenitor del sexo opuesto. Esta fantasía en la adolescencia es ahora realizable. Es por ello que la confrontación con quién ocupa este lugar en la familia, la búsqueda de grupos de pertenencia, y hasta incluso la masturbación se pueden considerar "saludables" al momento de enfrentar y vencer esta fantasía inconsciente de incesto.
IDENTIDAD
El adolescente debe enfrentar cambios en cuanto a las responsabilidades, expectativas e
ideales (en parte propios, pero mayormente por exigencia de sus padres).
Durante la adolescencia se ensayan distintas identidades, a fin de intentar cumplir o evadir
esas nuevas expectativas. Los adultos deben permitir sus ensayos y no deben provocarlos, sino acompañarlos y de ser necesario, confrontarlos.
LOS PADRES Y LA SOCIEDAD
Este punto es el que más resistencia genera en el adolescente, ya que debe aprender a
renunciar a la imagen ideal de los padres de la infancia. Aparecen sentimientos de
ambivalencia hacia los mismos (amor-odio); confrontación y principalmente dolor por el
desprendimiento que esta etapa genera.
Los padres también deben atravesar el duelo por estos hijos. Tiene que desprenderse del hijo niño y evolucionar a una relación con el hijo adulto. Esto confronta a los padres a la
conciencia de su propio devenir, el envejecimiento y la muerte.
La capacidad y logros crecientes de los hijos los obligan a enfrentarse con sus propias
La capacidad y logros crecientes de los hijos los obligan a enfrentarse con sus propias
capacidades y evaluar sus logros y fracasos.
Sin embargo, el conflicto comienza cuando el adolescente comienza a asumir su identidad sexual en plena madurez, lo que lo convierte en "procreador" y a su vez en "competidor" con el progenitor de su mismo sexo.
Se requiere de madurez en el adulto, a fin de aceptar la madurez intelectual y sexual del hijo adolescente. Para quienes carezcan de esta madurez, les resultará mucho más dificultoso acompañar a sus hijos en esta etapa tan particular de la vida.
BIBLIOGRAFIA
- "La adolescencia normal" Aberastury - Knobel. Ed. Paidós
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