Teniendo presente los casos que se han conocido en estos últimos tiempos sobre violencia familiar, que han llegado al punto de producir centenares de muertes en la Argentina, creí interesante escribir un artículo sobre cómo intentar prevenir estas situaciones límites.
En principio, se me ocurrió basarme en un libro de Graciela B. FERREIRA, "Hombres violentos, mujeres maltratadas: aportes a la investigación y tratamiento de un problema social." (1992), en el cual describe las características observadas en los VARONES VIOLENTOS.
Es por esto que si están en una relación de noviazgo, pareja o matrimonio en la que encuentran algunos de los siguientes indicadores, sepan que están frente a una relación patológica que puede terminar en un caso de violencia de género o violencia familiar.
INDICADORES
• El novio o pareja de una muchacha controla todo lo que ella hace, exige explicaciones por todo y pretende conocer hasta su pensamiento más recóndito porque no quiere que tenga "secretos" con él.
• Quiere saber con lujo de detalles a dónde va, dónde estuvo, con quiénes se encontró o a quiénes va a ver, los horarios y el tiempo que permaneció en cada lugar, cuánto tiempo estará fuera y el horario de regreso, lo cual comprobará con sucesivas llamadas telefónicas, mensajes de texto o "pasadas" por la casa de ella.
• Revisa el celular de ella, sus mails o historial de internet.
• De manera permanente vigila, critica o pretende que ella cambie su manera de vestir, de peinarse, de maquillarse, de hablar o de comportarse.
• Formula prohibiciones o amenazas respecto de los estudios, el trabajo, las costumbres, las actividades o las relaciones que desarrolla su novia o pareja.
• Fiscaliza a los familiares, los amigos, los vecinos, los compañeros de estudio o trabajo, sospechando, desconfiando o criticándolos después de querer conocerlos a todos para ver cómo son.
• Hace escándalos en público o en privado por lo que ella u otros dijeron o hicieron.
• Deja plantada a la novia en salidas o reuniones, sin explicar ni aclarar los motivos de su reacción.
• No expresa ni habla acerca de lo que piensa, o desea, pero pretende que ella adivine todo lo que le sucede y actúe de manera satisfactoria, sin que él deba molestarse en comunicar nada.
• A veces da órdenes y otras "mata" con el silencio, con actitudes hurañas, con la hosquedad o el mutismo, que no abandona aunque obtenga lo que esperaba.
• Demuestra frustración y enojo por todo lo que no resulta como él quiere, sin distinguir lo importante de lo superfluo.
• Culpa a la novia de todo lo que sucede y la convence de que es así, dando vuelta las cosas hasta confundirla o dejarla cansada e impotente.
• No reconoce ninguna responsabilidad sobre la relación ni sobre lo que les sucede a ambos.
• No pide disculpas por nada. Excepto cuando ella decide terminar con la relación, momento en que él ruega que "no lo abandone" jurando que "va a cambiar" porque "no puede vivir sin ella".
• Compara a su novia con otras personas (muchas veces las compara con alguna "ex" ) , dejándola incómoda y humillada. "Si te parecieras a fulana yo no tendría que..."; "Por lo menos mengana hace las cosas bien y no como vos que…"
• Impone reglas sobre la relación (días, horarios, tipos de salidas, etc.) de acuerdo con su exclusiva conveniencia.
• Ejerce la doble moral "haz lo que yo digo pero no lo que yo hago" reservándose el derecho de realizar cosas que le impide hacer a la novia.
• Obliga a la muchacha a formar una alianza con él para aislarse o enfrentarse a los demás. (En casos extremos, puede llegar a proponer pactos suicidas).
• Ante cualquier pregunta o cuestionamiento de ella, declara que los parientes o amigos "le llenan la cabeza" contra él, que no lo quieren y que están "envenenando" el efecto entre ellos, que los otros "sienten celos o envidia de su relación”. Así desvía la cuestión y nunca responde por su conducta.
• Se burla, habla groseramente o en términos agraviantes acerca de las mujeres en general. Es una amenaza velada, para que la novia no se parezca al resto de las mujeres y sea sólo como a él le gusta.
• Amenaza a su novia con abandonarla si no hace todo lo que él desea.
• Induce sentimientos de lástima, al justificarse o insistir con su vida desdichada o su infancia infeliz.
• No acepta formular o discutir planes para el futuro. No se compromete ni busca acuerdos para mejorar la relación.
• Recibe cariños, mimos y atenciones, pero nunca los devuelve.
• Pretende que lo acepten tal cual es y acusa de "castradora" o posesiva a la novia si se hace alguna observación sobre sus actitudes.
• Es poco sociable, se aísla y es desconsiderado con la familia y los amigos de ella.
• Es susceptible y está pendiente de lo que se diga o se comente sobre él. Se ofende rápido y cree que los demás andan detrás de lo que hace.
• Es caprichoso, cambiante y contradictorio. Dice que no se va a dejar dominar.
• Se niega a conversar o a discutir con franqueza acerca de los conflictos o los desacuerdos de la pareja.
• Mantiene en vilo a la novia en fiestas y reuniones, coqueteando con otras de manera abierta o solapada.
• Es seductor y simpático con todos, pero a ella la trata con crueldad.
• Decide por su cuenta, sin consultar ni pedir opinión a la novia, ni siquiera en cosas que atañen a ella sola.
• Promete cambios y mejoras en sus defectos o en sus adicciones. Nunca cumple, pero siempre renueva sus ofrecimientos.
• Piensa que las mujeres son inferiores y deben obedecer a los hombres. O no lo dice pero actúa de acuerdo con este principio.
• Para obligarla a mantener relaciones sexuales, pone en práctica toda clase de artimañas: la acusa de anticuada, pone en duda sus sentimientos o su amor por él, la acusa de frígida, la avergüenza haciéndola sentir como un bicho raro, como si fuera la única en el mundo que no se acuesta con el novio, le reprocha que a ella no le interesa que él "se caliente y no pueda desahogarse", amenaza con que se va a buscar a otras para acostarse con ellas, pone en duda su salud o su espontaneidad, le dice que tiene "miedo de convertirse en mujer".
• Es bueno y cumplidor en el trabajo, pero con la novia siempre llega tarde, no cumple lo prometido y se muestra irresponsable por sus olvidos o descuidos.
• Transforma todo en bromas o utiliza el "humor" para cubrir sus actos de irresponsabilidad, restándoles importancia a sus incumplimientos.
• Utiliza algún dato del pasado de la novia o lo que conoce de sus otras relaciones para efectuarle reproches o acusaciones o para probar su desconfianza en ella y en su amor.
• Exagera defectos de la mujer haciéndola sentir culpable y descalificada.
• Deja de hablar o desaparece por varios días, sin dar explicaciones, como manera de demostrar sus enojos.
• No le presta atención a ella y con prepotencia asegura saber más o tener más experiencia.
• Se muestra protector y paternal. "Yo se lo que es bueno para vos, quiero lo mejor para ti, hago lo mejor para vos (hay que reemplazar el "para vos" por el "para mi" y se captarán las verdaderas intenciones).
• Se irrita y tiene estallidos de violencia. Luego actúa como si no hubiera pasado nada y deja a todos desorientados y confusos.
• Se burla de los enojos de ella.
• Acusa injustamente a su novia de coquetear, salir o verse con otros hombres. La acusa de "acostarse con otros" y hasta de "ser una puta".
• Utiliza nombres, diminutivos o términos que a ella no le agradan, porque siente que la disminuyen o ridiculizan.
• La mayoría de las veces grita coléricamente durante una discusión, como una forma de intimidar a su novia y mantener el control de la situación.
• Generalmente abusa de algún tipo de sustancia: alcohol, drogas, psicofármacos.
• Está convencido de que sus negocios, sus estudios o sus obligaciones son lo más importantes del mundo y lo fundamental de su vida. Exige que la novia se adapte a eso.
• Su forma de expresarse es grosera; constantemente utiliza palabras agresivas y habla en términos de acciones: "los reventamos", "a esos los vamos a matar"; "si viene le rompo la cara"; "a esa habría que darle una paliza"; "éste se está buscando una piña;"
ES FUNDAMENTAL RECORDAR QUE UN ALTO ÍNDICE VERBAL PRONOSTICA ACTOS DE VIOLENCIA FÍSICA A CORTO PLAZO O MEDIO PLAZO.
• Expresa prejuicios religiosos, raciales o sexuales y lo fundamenta de manera colérica y encendida. Tiene rasgos de fanatismo. Frecuentemente es homofóbico.
• Es desconsiderado y violento al mantener relaciones sexuales, actitudes que él califica como "ser apasionado" o "fogozo". Se enoja si ella en algún momento no lo desea.
• Es impulsivo e intolerante. Impone su voluntad en el terreno sexual, sin tener en cuenta las necesidades femeninas.
• Aunque sea una vez, le pegó una bofetada a la novia, le dio empujones, le retorció un brazo, le apretó el cuello o la tomó fuertemente del cabello.
ACORDATE
• La violencia es una conducta aprendida, previa a la formación de pareja y no cambia espontáneamente por la voluntad o las personas.
• Requiere un trabajo de cambio orientado por especialistas.
• Celar quiere decir "cuidar", no aprisionar a una persona. Los celos no son una demostración de amor, representan un abuso de poder.
Posesividad, control, prohibiciones, amenazas, encubren una baja autoestima, inseguridad y desconfianza que tienen que ver con la historia del sujeto y no lo que haga o no haga su pareja. Por eso, aunque consiga dominarla o encerrarla no deja de manifestar sus celos, distorsionando situaciones o haciendo acusaciones.
En nuestro país, las estadísticas no alcanzan a representar significativamente el porcentaje de población que sufre de violencia familiar, ya que son pocas las mujeres que se animan a hacer la denuncia contra sus parejas o maridos.
Sin embargo, varios trabajos demuestran que en 1995 hubo 996 mujeres del país que denunciaron ser víctimas de la violencia, y que en el 2005 ya fueron 3.992 las que se animaron a hablar. En el Consejo de la Mujer de la Nación aseguran que, en promedio, las mujeres (el 90% del total de casos) se atreven a denunciar después de 6 años de sufrimientos. Muchas con entre 10 y 20 años de convivencia. También dicen que el 80% de los victimarios son parejas o ex.
Sin embargo, varios trabajos demuestran que en 1995 hubo 996 mujeres del país que denunciaron ser víctimas de la violencia, y que en el 2005 ya fueron 3.992 las que se animaron a hablar. En el Consejo de la Mujer de la Nación aseguran que, en promedio, las mujeres (el 90% del total de casos) se atreven a denunciar después de 6 años de sufrimientos. Muchas con entre 10 y 20 años de convivencia. También dicen que el 80% de los victimarios son parejas o ex.
PREVENCIÓN
• Si sos mujer, tené muy en cuenta estos indicadores para que el día de mañana no seas una víctima más de los centenares de casos de muerte por violencia familiar.
• No te calles. Hablá con tus amigas, con tus familiares sobre la situación. Quizás no sepan exactamente cómo ayudarte, pero siempre vas a encontrar a alguien dispuesto a acompañarte.
• No te calles. Hablá con tus amigas, con tus familiares sobre la situación. Quizás no sepan exactamente cómo ayudarte, pero siempre vas a encontrar a alguien dispuesto a acompañarte.
• Si sos hombre, tené en cuenta que si reconocés en vos mismo algunas de estos indicadores, podés pedir ayuda psicológica..
POR FAVOR, PREVENGAMOS LA VIOLENCIA FAMILIAR. ESTA GENERA DOLOR, GENERA PROFUNDOS DAÑOS PSICOLÓGICOS PARA LAS MUJERES GOLPEADAS Y PARA LOS HIJOS DE LA PAREJA (EN CASO DE QUE LOS HAYA), Y PRODUCE LA MUERTE DE MUCHÍSIMAS MUJERES.
Si te sentís identificada con algunos de los indicadores que leiste anteriormente, no dudes en apoyarte en tu entorno, y de ser necesario consultá a un especialista.
Recordá que estamos para AYUDARTE A SALIR DE ESTA SITUACION.
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