viernes, 12 de agosto de 2011

Sufre "ATAQUES DE PÁNICO"? Empiece a solucionarlo desde ahora

Por la Lic. Carina Torrez








DESCRIPCIÓN - RECOMENDACIONES - CONSEJOS PARA EL MOMENTO DEL ATAQUE

Los famosos ataques de pánico, son también llamados “crisis de angustia”, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Desórdenes Mentales (DSM-IV). Les cuento que este manual fue creado por la Asociación Psiquiátrica Americana (USA) cuya primera versión, el DSM-I, se editó en el año 1952. Tengan en cuenta este dato para algo que les voy a contar más adelante.


Volviendo al tema del “Panic Attack” o como a ustedes más les guste llamarlo, puede aparecer en distintos trastornos de ansiedad, por ejemplo: el trastorno de angustia, las fobias (fobia social, fobia específica), el trastorno por estrés postraumático (TEP), o el trastorno por estrés agudo. Lo más importante para hacer un correcto diagnóstico de estos trastornos, es tener en cuenta en qué contexto aparecen.


Dice el DSM-IV:
“Existen tres tipos característicos de crisis de angustia, que se diferencian por el modo de inicio y la presencia o ausencia de desencadenantes ambientales:
- crisis de angustia inesperadas (no relacionadas con estímulos situacionales), en las que el inicio de la crisis de angustia no se asocia a desencadenantes ambientales (es decir, aparecen sin ningún motivo aparente);
- crisis de angustia situacionales (desencadenadas por estímulos ambientales), donde la crisis de angustia aparece de forma casi exclusiva inmediatamente después de la exposición o anticipación de un estímulo o desencadenante ambiental (p. ej., ver una serpiente o un perro desencadena automáticamente una crisis de angustia), y
- crisis de angustia más o menos relacionadas con una situación determinada, las cuales tienen simplemente más probabilidades de aparecer al exponerse el individuo a ciertos estímulos o desencadenantes ambientales, aunque no siempre existe esta asociación con el estímulo ni tampoco siempre el episodio aparece inmediatamente después de exponerse a la situación (p. ej., las crisis tienen más probabilidades de aparecer al conducir, pero a veces el individuo puede llevar su coche sin sufrir ninguna crisis de angustia, o bien padecerla a la media hora de estar conduciendo).”




El DSM-IV (Editado alrededor del año 1990) indica como criterios para diagnosticar el ATAQUE DE PANICO lo siguiente:


“Aparición temporal y aislada de miedo o malestar intensos, acompañada de cuatro (o más) de los siguientes síntomas, que se inician bruscamente y alcanzan su máxima expresión en los primeros 10 min:
(1) palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardíaca
(2) sudoración
(3) temblores o sacudidas
(4) sensación de ahogo o falta de aliento
(5) sensación de atragantarse
(6) opresión o malestar torácico
(7) náuseas o molestias abdominales
(8) inestabilidad, marco o desmayo
(9) desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (estar separado de uno mismo)
(10) miedo a perder el control o volverse loco
(11) miedo a morir
(12) parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo)
(13) escalofríos o sofocaciones ”







Bueno, se acuerdan que les pedí que tengan en cuenta el año de aparición del DSM creado por la Asociación Psiquiátrica Americana (por si no se acuerdan, era en 1952), bueno, resulta que un señor llamado Sigmund Freud ya había escrito algo sobre este tema…. en el año 1894 (La neurastenia y la Neurosis de Angustia). Es decir, que el llamado "Ataque de pánico" no es nada nuevo. Aquí les transcribo el texto:


“ Sólo consigno aquí la lista de las formas que yo conozco del ataque de angustia:
a. Ataque de angustia acompañado por perturbaciones de la actividad cardíaca, palpitaciones, arritmia breve, taquicardia persistente, hasta llegar a estados graves de debilidad del corazón que no siempre es fácil distinguir de una afección cardíaca orgánica; pseudoangina pectoris, de muy espinoso diagnóstico.
b. Ataques de angustia acompañados por perturbaciones de la respiración, varias formas de disnea nerviosa, ataques semejantes al asma, etc. Pongo de relieve que tampoco estos ataques se acompañan siempre de una angustia reconocible,
c. Ataques de oleadas de sudor, a menudo, nocturnos.
d. Ataques de temblores y estremecimientos, que es muy fácil confundir con ataques histéricos.
e. Ataques de hambre insaciable, a menudo conectados con vértigos.
f. Diarreas que sobrevienen como ataques.
g. Ataques de vértigo locomotor.
h. Ataques de las llamadas «congestiones», vale decir, casi todo lo que se ha llamado «neurastenia vasomotriz».
i, Ataques de parestesias (pero es raro que estas se presenten sin angustia o un malestar semejante).
5. Muy frecuente es el terror nocturno (pavor nocturnus de los adultos), por lo común acompañado de angustia, disnea, sudor, etc. No es nada más que una variedad del ataque de angustia. Esta perturbación condiciona una segunda forma de insomnio en el marco de la neurosis de angustia. Por otra parte, me he convencido de que también el pavor nocturnus de los niños no es más que una forma perteneciente a la neurosis de angustia. Su sesgo histérico, el enlace de la angustia con la reproducción de una vivencia o de un sueño adecuados a ella, lo hacen aparecer como algo particular; pero también se presenta puro, sin sueño o sin alucinación recurrente.
6. Una posición destacada dentro del grupo de síntomas de la neurosis de angustia la ocupa el vértigo, que en sus formas más leves es mejor designar «mareo», y en su forma más acusada y grave, «ataque de vértigo»; esté (…) consiste en un malestar específico, acompañado por las sensaciones de que el piso oscila, las piernas desfallecen, es imposible mantenerse más tiempo en pie, y a todo esto las piernas pesan como plomo, tiemblan o se doblan las rodillas. Este vértigo nunca conduce a una caída.
El ataque de vértigo está acompañado no rara vez por la peor variedad de angustia; a menudo se combina con perturbaciones cardíacas y respiratorias. También, según mis observaciones, el vértigo a la altura, en la montaña o frente al abismo, se presenta con frecuencia en la neurosis obsesiva; yo no sé si hay fundamentos para reconocer además un vértigo a stomacho laeso {de origen gástrico}.
[…]
8. La actividad digestiva experimenta en la neurosis de angustia unas pocas, pero características, perturbaciones. No son nada raras sensaciones como ganas de vomitar y náuseas, y el síntoma del hambre insaciable puede procurar, solo o junto con otros (congestiones), un ataque de angustia rudimentario; como alteración crónica, análoga a la expectativa angustiada, se halla una inclinación a la diarrea, que ha dado ocasión a los más extravagantes errores de diagnóstico. “




RECOMENDACIONES

1) CONSULTEN A UN MEDICO





Lo principal es descartar una posible afección clínica. Una vez despejadas esas dudas, podrán llegar a tener un diagnóstico correcto.
Hasta no hace mucho, los médicos clínicos indicaban infinidades de exámenes de laboratorio, placas radiográficas, electros, etc. sin poder encontrar “la enfermedad” que causaba esos síntomas. Es por eso que muchas personas pasaron años y años consultando a distintos especialistas y realizándose decenas de estudios (todos con resultados normales), hasta que finalmente daban con un profesional que acertaba el diagnóstico.
Sin embargo, hoy en día el diagnóstico suele realizarse en un tiempo más breve.

2) NO SE AUTOMEDIQUEN.




Por favor, esto es MUY IMPORTANTE, ya que hay muchísima gente que se automedica con benzodiacepinas (clonazepam, alprazolam, diazepam) sólo por recomendación de un amigo que dice: “a mi me pasaba lo mismo, me dieron estas pastillas y ando re-bien”. Sólo un especialista puede indicar esta medicación, preferentemente un psiquiatra ( lo aclaro porque hay médicos clínicos sin especialización en psiquiatría que también medican con psicofármacos, y no realizan un seguimiento de la evolución del paciente).
También hay que tener en cuenta que hay muchos casos en los que no es necesaria NINGUN TIPO DE MEDICACION.
Quizás algún psiquiatra lea esto y no esté de acuerdo con mi opinión, pero realmente hay muchos casos de recuperación en un 100% sin necesidad de medicación.

3) LOS TRATAMIENTOS.




Lo más recomendable, en caso de realizar un tratamiento psicofarmacológico, es acompañarlo de psicoterapia.
En lo que a mi respecta como profesional, hay casos en los que es necesario que el paciente sea medicado (cuando por estos síntomas se ve afectada su vida social o laboral). Hay otros pacientes que pueden convivir con sus síntomas y llevar una “vida normal”, ya que pueden organizar mecanismos que le permitan evitar situaciones que le generen malestar, o que no se ven afectadas las áreas del sueño o la alimentación, por ejemplo. Estos pacientes pueden mejorar simplemente realizando algún tratamiento psicoterapéutico (psicoanálisis, psicoterapia cognitiva… etc.) Obviamente que los resultados no son tan rápidos como cuando se toma medicación, pero no siempre sólo con medicación se acaba el problema.

4) CON LOS ESPECIALISTAS, PREGUNTEN TODO LO QUE SE LES OCURRA




No se queden con dudas. Nadie se va a ofender si preguntan ¿para qué es esta medicación? ¿en qué me va a ayudar? ¿cuánto tiempo la voy a tener que tomar? ¿usted es Licenciado en psicología? (ojo con los psicólogos sociales, que hay unos cuantos que realizan tratamientos y no están habilitados para ello). Todas estas preguntas ayudan a disminuir el nivel de ansiedad.

5) MUCHA PACIENCIA






Cuando uno se siente mal, quiere CURARSE YA!! Pero lamentablemente no existen "pociones" ni "píldoras mágicas". Hay que armarse de mucha paciencia, y saber que en todo tratamiento puede haber avances y retrocesos, eso es normal.
Valoren los pequeños logros que van realizando, sin pensar “estoy bien, pero hay que ver cuánto me dura”.
Sepan que un tratamiento es un trabajo muy duro, pero si están dispuestos a realizarlo la recompensa será ese alivio que tanto anhelan.





CONSEJOS PARA EL MOMENTO DEL ATAQUE


En cuanto al famoso “ataque de pánico” en sí (que ahora podemos llamar CRISIS DE ANGUSTIA), las recomendaciones para el momento mismo en que sobreviene pueden ser las siguientes:

1) Si ya tiene un diagnóstico de trastorno de ansiedad, ataque de pánico o como quiera que lo haya nombrado su médico, debe tener en cuenta que:
a) No se va a ahogar, por más que sienta ese malestar en la garganta.
b) No le va a dar un paro cardíaco, por más que sienta el corazón latiendo en tu pecho (lo siente porque toda tu atención está puesta en eso. Puede probar en una noche tranquila, recostado en su cama, prestando atención a los latidos de su corazón y se va a dar cuenta que también lo siente sin necesidad de tener un ataque de pánico).
c) Los mareos son porque está tomando demasiado aire, más del que su organismo necesita (hiperventilación). También puede hacer la prueba, en un día tranquilo: siéntese en una silla y empiece a respirar rápido y profundo por la nariz y tirando el aire por la boca.. al cabo de unos minutos respirando de esta manera, se sentirá mareado… su cerebro tiene demasiado oxígeno).





2) Siéntese en una silla y pone la cabeza entre las piernas, respirando suavemente. Evite las ganas de “llenar los pulmones de aire”, porque ellos YA TIENEN DEMASIADO OXIGENO, por eso no "le entra" mas aire.





3) Suele funcionar muy bien lo que se ve en las películas: respirar dentro de una bolsa de papel (o de nylon). Esto ayuda a que en tus pulmones entre dióxido de carbono, y por ende, haya menos oxígeno (ese que le hace sentir que no puede respirar…. irónico, no?)





4) En algunos casos también funciona recostarse boca arriba, intentando respirar lo mas suavemente posible, y recorrer cada centímetro del techo con la mirada.



 BIBLIOGRAFÍA
- DSM-IV, Edición 1992
- Freud, Obras Completas, La Neurastenia y la Neurosis de Angustia (1894)




lunes, 8 de agosto de 2011

Proceso de orientación vocacional en Adolescentes (Resumen del trabajo presentado en la V Jornada Regional de Adolescencia, 2010)

Por la Lic. Carina Torrez

En diciembre de 2005, junto con la Licenciada Florencia Rojas presentamos un proyecto en el Hospital de Salud Mental Evita de Villa de Mayo, Partido de Malvinas Argentinas, con la idea aportar el recurso de un dispositivo de Orientación Vocacional-Ocupacional al Servicio de Adolescentes y Adultos de dicha institución.
Este proceso fue programado con una modalidad grupal, con frecuencia semanal, y con un total de cinco encuentros. Los objetivos planteados para dicho proceso fueron los siguientes:
- Conocer el tipo de información con que cuentan los adolescentes y jóvenes, acerca de las alternativas educativas y ocupacionales posteriores al ciclo de educación obligatoria.
- Proveer medios de información acerca de carreras, oficios y ocupaciones.
- Promover en el orientado una actitud activa respecto de su posible elección vocacional-ocupacional.
Una vez que comenzamos a trabajar con el primer grupo de orientación, nos encontramos con el  el mito de “el test vocacional”.  Através de este mito el adolescente cree que con un simple test, el psicólogo le va a “decir qué estudiar”. Esta creencia se repitió en los sucesivos grupos de trabajo, durante los 6 años que funcionó el dispositivo.
El mito funciona através de la creencia de que el psicólogo se encuentra en una posición de saber, y desde una modalidad directiva, le puede indicar al paciente exactamente qué carrera u oficio estudiar. Aquí también funciona un mito social: el de las profesiones tradicionales. El psicólogo representa imaginariamente a un sujeto poseedor de un saber acerca del otro, en este caso, del paciente que busca orientación.
A medida que se fue trabajando con diferentes grupos, se pudo comprobar que la elección vocacional es un entramado personal, familiar (con los mandatos paternos principalmente), social, cultural, económico y hasta laboral.
Los adolescentes suelen llegar al servicio con la idea de que” tienen que estudiar algo” pero “no saben qué”. Tampoco saben porqué TIENEN que estudiar.
Esto generalmente viene dado por un imaginario social que opera desde la estructura familiar. Se suele valorar preferentemente el estudio universitario, ligado a lo que nombraba anteriormente: las profesiones tradicionales.
Este imaginario suele sustentarse en cierta garantía de ascenso social, que se potencia debido a la precaria situación socio-económica que suelen presentar los pacientes de la región.
El dispositivo de orientación vocacional busca ser un acompañamiento en la construcción de una identidad personal, social y vocacional; en la cual el paciente pueda elaborar un proyecto propio, más allá de la historia que lo atravieza. Es por eso que se busca lograr una posición activa del paciente, que consulta portando una historia personal, identificaciones y vínculos familiares y sociales.
Cuando se comienza a vislumbrar una identidad vocacional-ocupacional (en la medida que va avanzando el proceso de orientación), se comienzan a integrar fantasías, intereses, motivaciones, aptitudes, valores, potencialidades y principalmente la imagen de sí mismo. Muchas veces se encuentran pacientes con falencias en estas áreas, debido a una falta de estimulación por parte de su entorno. La situación socio-económica juega un papel preponderante en esta falta de estimulación, ya que las necesidades básicas insatisfechas generan una falencia en el desarrollo cognitivo, emocional, y hasta motivacional. Es preocupante observar la falta de proyectos sociales comunes, el individualismo, y la ausencia de ideales que se dan en esta población.
Tampoco podemos olvidar que parte de este entramado que llamamos identidad vocacional, está dado por el mercado laboral. La demanda de perfiles profesionales determinados genera una preferencia por carreras que poco tienen que ver con los intereses reales de los pacientes. Los medios de comunicación influyen en esta “falsa demanda laboral”, y en ocasiones la región a la que pertenecen genera una demanda específica (La orientación hacia la salud que presenta el Partido de Malvinas Argentinas, ha promovido la elección de carreras relacionadas con ésta área).
 Rodulfo plantea que la tarea fundamental de la adolescencia es el trabajo de simbolización, condición que es necesaria para que se produzca una migración del vínculo libidinal placentero del juego, a la posibilidad de desplegar algo de ese orden en el trabajo. Esto sería que el trabajo pueda investirse libidinalmente como juego, favoreciendo así el proceso de sublimación. En esta etapa de transición, el grupo de pertenencia se muestra como el sostén mas apropiado ya que allí es adonde se comparten ideales identificatorios.
Pero este pasaje también implica un duelo por la historia personal que se deja atrás (junto con los mandatos familiares que porta el paciente), digamos: su mundo interno, como así también una tensión entre éste y el mundo externo que se presenta con nuevas demandas. Es la elección que el paciente realiza cuando se compromete con la búsqueda del futuro que quiere alcanzar.
Durante todo el proceso de orientación se le da al paciente la posibilidad de interrogarse a sí mismo, más allá de los mandatos familiares y el contexto social en el que está incerto. Se plantea la pregunta: ¿Cómo quiero ser?. A partir de allí se trabaja en la re-construcción de la subjetividad, tarea ardua teniendo en cuenta la pobre estimulación de la que hablaba anteriormente.
En el ámbito sociocultural en que se encuentran los pacientes que demandan el dispositivo de orientación, podemos encontrar un tipo de organización y significación específica de su experiencia y conocimientos, lo que Ana Quiroga llamaría “Matriz de aprendizaje”. Matriz como construcción. Esto genera la forma particular en que el paciente se vincula con el otro, aprende y realiza diferentes actividades. Por esta razón se considera viable la posibilidad de que el paciente re-organise y re-signifique esa experiencia y esos conocimientos que trae consigo. Esto favorece la  re-construcción de su subjetividad. La modalidad de iniciar este proceso de re-construcción subjetiva se da con el conocimiento de la realidad social, educativa, laboral y económica, a fin de lograr una adaptación al mundo externo. Esto le da al paciente la posibilidad de proyectarse en el futuro, más allá de la su realidad subjetiva.
Poder pasar del “deber ser” al “yo deseo”, le brinda al paciente la posibilidad de elaborar un proyecto futuro.


BIBLIOGRAFÍA
-       Aulagnier, P: “La violencia de la interpretación.Del pictograma al enunciado” Ed. Amorrortu, 1991.
-       Rodulfo: “Clínica psicoanalítica en niños y adolescentes. Una introducción”. Lugar Editorial, 1986.
-       Quiroga, Ana P. de: “Matrices de aprendizaje: constitución del sujeto en el proceso de conocimiento”. Ediciones Cinco, 1994.

-       Müller, M: “Orientación vocacional”. Ediciones Miño y Dávila, 1986.

Orientación, evaluación y tratamiento psicológico con niños

Por Lic. Florencia Rojas

En ocasiones  nos sentimos preocupados por el comportamiento  o actuación de nuestros hijos en diferentes etapas de su vida. La  mayoría de las veces se trata de comportamientos normales por la edad, que pueden ser manejado con la información adecuada (dada por los padres ,docentes , tutores etc.) y en otros cuando esos comportamientos  se presentan de manera recurrente e insistente los lleva  a tener dificultades y conflictos ya sean en el ámbito escolar o familiar,  haciendo que  los padres no encuentren la manera de ayudarlos  y acudan  entonces  a la consulta psicológica.

¿Cómo  nos damos cuento  si nuestros hijos tienen  algún problema que amerita concurrir a un psicólogo infantil?
Los niños encuentran diversos modos de manifestar algo que les preocupa o los angustia.
A través de caprichos, de dificultades para dormir, despertándose de noche con temores nocturnos, pesadillas, pueden sufrir enfermedades recurrentes, reaccionar agresivamente ante los limites de los padres o docentes, y en otras cosas las dificultades aparecen relacionadas con problemas  escolares ya sea de conducta o  aprendizaje.
También los cambios  corporales y sociales por los cuales los niños atraviesan a lo largo de su desarrollo madurativo, en algunas ocasiones, les genera miedo que condicionan el desenvolvimiento en la vida cotidiana.

¿Cómo  aborda un psicólogo infantil este tipo de dificultades?

 Con los niños  este tipo de tratamiento se lleva a cabo utilizando el juego y el dibujo como herramienta para elaborar conflictos. A su  vez se acompaña de un trabajo paralelo con los padres para poder pensar juntos que le está pasando al niño y como ayudarlo.

El juego y el dibujo son los instrumentos principales de los terapeutas de niños. Los niños no suelen contarnos su mundo interno con palabras, como si lo hacen los adultos, lo hacen por medio de acciones, juegos y dibujos.
Creo que me parece de suma importancia poder  explicar y fundamentar por que el juego es una herramienta de trabajo para  los psicólogos infantiles.
Se podría considerar que el juego es más antiguo que la cultura, ya que esta lleva implícito la creación de una sociedad humana. La experiencia y observación de niños en edad preescolares  nos indican que los juegos inciden de manera positiva en el desarrollo de la psicomotricidad, dan información acerca del exterior, fomentan la génesis intelectual y ayudan al descubrimiento del sí mismo.
 El juego supone un medio esencial de interacción con los demás y, sobre todo, provoca el descubrimiento de nuevos sentimientos, sensaciones, emociones y deseos que van a estar presentes en muchos momentos  del ciclo vital.
El juego supone una actividad y un estado que solo se puede definir desde el propio sujeto implicado en este.
Es placentero, divertido. Los símbolos que se expresan en el juego poseen una función similar a la que tienen los sueños en los adultos en relación con los deseos inconcientes
En el juego hay un predominio de los medios sobre los fines.
El juego es una actividad espontanea y libre, supone una acción voluntaria, elegida libremente por el que la práctica.
Según la teoría psicoanalítica supone que a lo largo de la infancia ciertos deseos son reprimidos durante el proceso sociabilizador y los psicoanalistas consideramos al juego como una manera de dar salida a ciertos deseos reprimidos cuyo origen están en la propia sexualidad infantil. Ya Freud en su texto “mas  allá del principio del placer” vincula el comportamiento lúdico con la expresión de los instintos que rigen el funcionamiento mental: El principio de placer que representa las pulsiones de vida o tendencia compulsiva hacia el gozo, y principio de muerte que se contrapone a esta y tiende a reducción completa  de las tensiones  por que se dirige hacia el exterior y tiende a la autodestrucción y se manifiesta hacia el exterior en forma agresiva. Según  Freud el niño a través de juego logra dominar los acontecimientos por lo que pasa a ser un espectador pasivo a un actor que intenta controlar la realidad.
 Al jugar los chicos van elaborando y transformando experiencias y vivencias tanto internas como de la realidad exterior. Por medio  del juego ellos nos muestran sus conflictos, las cosas que los angustian, jugando repiten acciones tanto placenteras como traumáticas y esto les permite ir elaborando sus conflictos. Es decir  que por medio del juego pueden  hacer activamente lo que sufrieron en forma pasiva.
Si alguna de estas situaciones de la vida cotidiana de sus  hijos les preocupa es motivo para consultar con el especialista ya que informarse a tiempo permite prevenir o evitar el desarrollo de posibles problemas. Es así como contamos con profesionales especializados en niños para brindarles orientación, asesoramiento y asistencia psicológica con distintas modalidades. Entrevistas individuales, entrevista  vinculares, de orientación a padres, realización de psicodiagnosticos  y asistencia psicológica si fuese necesario tanto para niños como para los padres.
Todo el equipo de profesionales de  la  salud mental tiene como objetivo primordial poder escuchar con especial atención y cuidado los problemas y conflictos que hoy aquejan a la gente. Es así como nuestro interés es  poder facilitar  el acceso de toda persona que desee acercarse a realizar una consulta psicológica.