Lic. Carina Torrez
En los últimos tiempos he tenido varias consultas sobre este tema. Suelen preguntarme: "¿Cómo ayudo a mi marido (esposa/hijo/amigo) que está deprimido? Le decimos que salga; le proponemos hacer cosas divertidas pero no quiere.. se la pasa tirado/a en la cama o en el sillón, mirando tele o durmiendo.. dice que la vida no tiene sentido. Estamos muy preocupados. Tenemos miedo de que haga "algo malo". ¿Qué podemos hacer?"
En principio no hay una sola respuesta para esta pregunta, porque cada persona es particular. Cada uno tiene sus características personales, su historia, y está atravesada también por los hechos actuales que puedan estar ocurriendo.
En una ocasión puntual me han consultado por un familiar, que luego de un asalto en la vía pública, adonde sufrió no sólo la violencia de que arrebaten sus objetos personales, sino que también sufrió la amenaza de que le quitarían la vida si no accedía a entregarle lo que los delincuentes le pedían. A partir de este hecho (refiere el familiar), esta persona: "...es como que entró en un pozo depresivo, y no lo podemos sacar." Ante mi pedido de describir este "pozo depresivo", refiere más o menos el cuadro que les comentaba al comienzo: apatía, falta de interés por cosas que antes le agradaban, aislamiento, hipersomnia (duerme mucho), abulia (falta de voluntad), descuido en el arreglo personal (varios días sin bañarse/afeitarse/cambiarse de ropa). Todos estos signos podrían hacer intuir que la persona está atravesando un proceso "depresivo". Esto no es lo mismo que decir que la persona sufre de una Depresión. Voy a tratar de ser un poco más clara:
Para los profesionales de salud mental que se rigen por el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (más conocido como DSM - IV), la Depresión como patología implica:
En principio no hay una sola respuesta para esta pregunta, porque cada persona es particular. Cada uno tiene sus características personales, su historia, y está atravesada también por los hechos actuales que puedan estar ocurriendo.
En una ocasión puntual me han consultado por un familiar, que luego de un asalto en la vía pública, adonde sufrió no sólo la violencia de que arrebaten sus objetos personales, sino que también sufrió la amenaza de que le quitarían la vida si no accedía a entregarle lo que los delincuentes le pedían. A partir de este hecho (refiere el familiar), esta persona: "...es como que entró en un pozo depresivo, y no lo podemos sacar." Ante mi pedido de describir este "pozo depresivo", refiere más o menos el cuadro que les comentaba al comienzo: apatía, falta de interés por cosas que antes le agradaban, aislamiento, hipersomnia (duerme mucho), abulia (falta de voluntad), descuido en el arreglo personal (varios días sin bañarse/afeitarse/cambiarse de ropa). Todos estos signos podrían hacer intuir que la persona está atravesando un proceso "depresivo". Esto no es lo mismo que decir que la persona sufre de una Depresión. Voy a tratar de ser un poco más clara:
Para los profesionales de salud mental que se rigen por el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (más conocido como DSM - IV), la Depresión como patología implica:
Presencia de cinco (o más) de los siguientes síntomas durante un período de 2 semanas, que representan un cambio respecto a la actividad previa; uno de los síntomas debe ser:
{...}
Estos síntomas "provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo."
"Los síntomas no son debidos a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento) o una enfermedad médica {...}"
Los síntomas no se explican mejor por la presencia de un duelo (p. ej., después de la pérdida de un ser querido), los síntomas persisten durante más de 2 meses o se caracterizan por una acusada incapacidad funcional, preocupaciones mórbidas de inutilidad, ideación suicida, síntomas psicóticos o enlentecimiento psicomotor.
No hay recetas mágicas, ni palabras justas que puedan hacerlo "sentir mejor". Quizás lo más sano es que se pueda sentir mal (recordemos que está atravesando una situación dolorosa), hasta que de a poco pueda ir retomando su vida apoyándose en su entorno afectivo y por ejemplo, en actividades de interés. Lo mejor que se puede hacer es acompañarlo. Y aunque suene raro, lo peor que se puede hacer es buscar la forma de que se sienta bien de una manera forzada. Cuando una persona presenta este estado de ánimo "depresivo", y los demás se esfuerzan constantemente para "hacerlo sentir mejor", la persona se siente frustrada porque por más que quiera no se puede sentir mejor (por ahora). Es como un círculo vicioso: - el paciente se siente mal por lo la situación que está atravesando; - los que lo rodean quiere que se sienta bien pero él no puede porque aún no está en condiciones de recuperarse; - el paciente se frustra porque seguramente querrá sentirse mejor y aún no lo logra; - su círculo más cercano se frustra por "no poder ayudarlo"... Así,no sólo que todos terminan sintiéndose peor que al principio, sino que se vuelve a iniciareste ciclo. Lo más natural en estos casos (aunque suene paradójico o contradictorio) es que se el paciente sienta malestar. Desde el entorno, lo mejor sería poder acompañarlo en los sentimientos que tenga: si es angustia, contenerlo.. si es bronca, dejarlo que se exprese; si tiene quiere realizar alguna actividad y nos pide compañía, acceder a su pedido pero SIN EXIGIRLO.
No es bueno sumar la propia ansiedad por ayudarlo, a la angustia que él siente, ya que es probable que esto genere frustración tanto en el paciente como en el allegado.
Todos tenemos nuestros tiempos para adaptarnos, y a en cierta situaciones provocan cambió en percepción de la realidad del paciente, y así mismo su su mirada ante la vida. |
Hay que tener en cuenta que si los síntomas se intensifican; que si vemos que el cuadro se mantiene en el tiempo por un lapso prolongado (meses o años), es importante recurrir a un especialista.
Y recordá que estamos para AYUDARTE A SALIR DE ESTA SITUACIÓN.